Propuesta Académica Modélo Pedagógico
Entendemos la formación integral desde la perspectiva del evangelio y el carisma dominicano y congregacional. Desde esa perspectiva tenemos cuatro significaciones:
- La formación integral se hace desde la integración curricular mediante la complementariedad y equilibrio armónico de las áreas del saber. Esto significa que en la medida en que las áreas obligatorias y fundamentales se armonizan en el plan de estudios se forma integralmente a las personas.
- La formación integral se hace a partir de la transversalización de unos aprendizajes de base para la vida, el futuro y el cambio: 1. Aprender a pensar y a aprender; 2. Aprender a comunicarnos; 3. Aprender a ser y convivir; 4. Aprender a crecer y decidir; 5. Aprender a trascender espiritualmente.
- La formación integral se desarrolla en los procesos de la vida como un todo: convivencia escolar, clima de aula, cultura escolar, constituyen el medio por excelencia en el que se ponen en juego el saber, el saber hacer, el saber ser, el saber convivir. Así, la vida como un todo, integra la persona y a las personas.
- Formación integral rosarista significa el desarrollo armónico de todas las dimensiones personales y el desarrollo equitativo, y sin exclusión, de todas las personas. Sin estos dos aspectos no está completa la realización integral.
- Las dimensiones del ser humano proveen un marco de referencia clave para comprender el significado de formación integral: Las seis dimensiones forman dos trilogías. La primera hace referencia a las facultades internas del ser personal: D. Cognoscitiva, D. Socio-afectiva, D. de acción proyectiva. La segunda trilogía se refiere a las potencialidades con las cuales se manifiesta en su realidad externa: D. de encarnación bio-psico-social, D. Comunicativa y D. Espiritual trascendente.